lunes, 3 de mayo de 2010

Ordenes útiles para un viaje

Últimamente nuestros posts están orientados hacia las vacaciones, hacia el verano, hacia los posibles viajes, y como ya sabéis dedicamos en la redacción los lunes a temas en torno al adiestramiento y comportamiento… y hoy hablaremos sobre dos órdenes buenas de cara a un posible viaje.


Subirnos al coche: A uno de nuestros redactores se le enseñó desde cachorro la orden “ARRIBA” (que también podía ser aplicada a subirnos a otros lugares que deseen nuestros dueños). En concreto para el coche, no todos los perros somos iguales, así que tal vez en ocasiones los dos patas os tenéis que armar con un poquito de paciencia. USANDO GALLETAS, SALCHICHAS, CHUCHES PERRUNAS… las debes introducir dentro del maletero y en el fondo de éste para que así tengamos que subir para comer el jugoso premio. Una vez veáis que comenzamos a subir, debéis decir la palabra “ARRIBA” (o cualquier otra, tipo “up”).

Una vez dentro y subidos dadnos un premio e ir poco a poco manteniéndonos en el interior del maletero, e ir repitiendo la acción de subida y bajada, ampliando los minutos que pasamos dentro del coche. Con premios y cosas positivas veremos algo bueno el subirnos y en poco tiempo daréis la orden y estaremos dentro del maletero para vivir experiencias agradables.


Dentro de un transportín: Muchas veces tenemos que viajar en un transportín, bien en coche y bien por avión. Tened en cuenta que es un espacio pequeño y nos podemos sentir agobiados y aunque es buena manera de transportarnos, si se nos enseña mal podemos sufrir muchísimo. Es cuestión de días antes dedicar unos minutos poquito a poco mostrar que ese espacio es algo bueno y nos llevará a un sitio divertido. Nuestro redactor siguió los siguientes pasos, que a lo mejor os pueden venir bien:


1.Galletas metidas en el transportin, se metía a olerlo por dentro pero no le obligaron.


2.Poco a poco nuestro redactor se fue metiendo más veces porque había galletas, en cuanto comenzaba a hacer la acción, sus dueños le decían: “DENTRO”


3.Una vez que fue adquiriendo confianza y viendo que no era mal espacio, nuestro redactor aprendió a quedarse quieto y tumbado dentro del transportin sin la puerta cerrada y recibiendo refuerzos positivos.


4.Al poco tiempo entraba y se tumbaba, tenía galletas y el estímulo positivo del orgullo y los cariños de sus dueños, ahí empezaron a cerrarle la puerta del transportín por poco tiempo para que viera que no ocurría nada.


5.El tiempo con la puerta cerrada fue ampliándose, animándole, dándole galletas cuando salía.


Se consiguió que el día del viaje (8 horas de coche) fuese tranquilo, salía y entraba y hasta se dormía, y aprendió a ver ese transportín como el espacio que le llevaba a la diversión y a unas vacaciones con su familia.


Esperamos como siempre haberos sido de ayuda, en algo que es simple pero que no estando bien hecho puede complicarse y hacernos ver el viaje como un sufrimiento. Para contactar con nosotros: redaccionaventurasacuatropatas@gmail.com

Lametazos

2 comentarios:

Nora dijo...

Yo en cuanto se abre la puerta del coche me meto en el transportín. No voy cómoda, pero sé que me lleva a sitios nuevos, con hierba generalmente, y no rechisto porque paran para que ande un poco, beba agua, etc. Y el final del trayecto me gusta siempre.
Lams

Unknown dijo...

A mi me vuelven loco los coches, veo uno y quiero subirme. Me pasa desde que era cachorro. Mi dos patas me paseaba mucho en coche, me llevaba pro todos lados así que considero el coche un lugar mágico que me lleva de casa a otros lugares divertidos y a veces al veterinario.

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