domingo, 11 de abril de 2010

La vida de Scooby


En “Aventuras a cuatro patas” vamos a dedicar nuestro reportaje de los domingos a un redactor honorífico que ya no está con nosotros: Scooby.


Este mestizo llegó a la vida de sus amos cuando apenas tenía un mes de vida, recogido de una perrera, recién nacido y con un futuro muy poco alentador si hubiera seguido allí. Era incluso de los más retraídos entre sus hermanos, el más tímido y el que menos hubiera escogido cualquier humano. Una de sus dueños dedicó su tiempo y amor a darle biberones para que creciera, para que siguiera viviendo.


Sus primeros años fueron los de un perro alegre y muy vivaz, cariñoso y simpático, jugaba con todos los perros hasta que desgraciadamente un día un pastor alemán le dio un bocado que le llegó hasta el pulmón y eso le hizo hacerse más temeroso.



Scooby llegó al hogar madrileño como ayuda para un niño que echaba de menos a su hermano mayor que estaba en Estados Unidos, como apoyo para superar esa ausencia, pero al final se convirtió en ayuda para una madre enferma de cáncer, un motivo para salir a la calle, un motivo para luchar por la vida, un compañero que estaba incansable todos los días junto a ella.


Nuestro redactor en el cielo era el mejor anfitrión en las fiestas, avisaba cuando iban a llegar los invitados cuando oía el ascensor y era el primero que los recibía saltando de alegría feliz ante su llegada. Scooby sufría mucho cuando se quedaba solo, estaba muy apegado y temía que le abandonaran; hubiera sido un perfecto perro policía pues en un atraco se fue detrás del coche de los ladrones persiguiéndoles calle abajo y enseñaba sus dientes cuando sentía que los suyos estaban en peligro.


Desayunaba como un marqués, se sentaba junto a su dueña a comer piquitos de magdalenas, feliz y contento por estar con ella; separaba a los hermanos humanos cuando estos se peleaban, sufría por ellos y les tiraba de los pantalones para que no siguieran con la pelea.

Cuando su querida ama estaba ya muy enferma él no se quería mover de su cama, quería darle su fuerza, su dureza, las ganas que él tenía de vivir tras haber sido atacado y atropellado varias veces: todo un luchador.


A pesar de llevarse mal con otros perros tras su mordedura, a ser recogido con apenas un mes de vida (cosa que os aconsejamos no hagáis), aunque la gente decía que jamás aceptaría a otro cuatro patas en el hogar… llegó Isis, nuestro redactora.


Con constancia, paciencia, no sólo aceptó a Isis sino que aprendió a quererla, a jugar con ella, a enseñarla a ser una buena líder de la manada y más tarde cuando llegó nuestro otro redactor Peli, Scooby admitió a un macho aunque eso no quiere decir que alguna vez no tuviera sus más y sus menos eh? Pero como pasa en los humanos, es la convivencia.


Llegó a ser padre, con tendencia al escapismo para irse un poquito de juerga por Marbella (no era mal lugar para escaparse); ha sido viajero, disfrutó en cada lugar donde iba. En una residencia de ancianos era muy querido por parte de algunos de los hombres y mujeres que allí vivían.


Tuvo la suerte de tener un final rápido, en un día se empezó a encontrar mal y en menos de 24 horas murió, dejando atrás recuerdos e historias, y sabiendo que hoy estará de nuevo con su querida dueña en un lugar especial para ellos dos, donde volverán a comer magdalenas. Siempre te recordaremos Scooby.


Para alguna sugerencia redaccionaventurasacuatropatas@gmail.com

Lametazos

5 comentarios:

Johnny dijo...

Pero que gran perro que eras!!!!!

Ana RdC dijo...

Estará en su cielo particular con su querida amita, vigilandonos a todos, y comiendo magdalenas tan ricamente. Tuvo un final digno porque se merecía no sufrir, que pena que no estés en nuestra redacción, seguro que hubieras sido el redactor jefe.

Xesco 2017 dijo...

Desde que lo vi en las fotos he sentido simpatía por él. Tuvo que ser un buen perro, y al igual que pasa con los humanos, un perro no muere mientras siga en nuestro recuerdo.
Este blog es un homenaje permanente a Scooby.
Abrazos y lametazos.

Ana RdC dijo...

Su historia está ligada a la de su querida dueña y hoy tienen todo el tiempo del mundo para pasear y estar juntos. Al final se volvieron a encontrar

Unknown dijo...

uy q linda historia q tierno q era y q bien se llevaba con peli suele pasar eso q con otros no se llevan muy bien y con su compañero si jiji lo lindo es tener buenos recuerdos besitos

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