Hoy “Aventuras a cuatro patas” os va a contar una historia real, una historia de humanos; es la historia de Ramón, el abuelo de una de nuestras dueñas.
Nosotros, ninguno, le llegamos a conocer, porque tristemente una rápida enfermedad hizo que abandonará este mundo en 2004 para el inmenso dolor de nuestra “mami”
Pero lo que no sabían es que estaban ligados de por vida; ella había heredado de su abuelo la pasión por los animales; Ramón allá donde iba atraía a los perros, siempre silbaba a cualquier cuatro patas y el lo recibía con el mayor cariño del mundo.
Amaba cualquier tipo de animal, aunque en su pequeño piso no pudo tener un cuatro patas, si que tuvo compañeros aves, pájaros que rondaban la casa sueltos, y que se posaban con todo el amor y confianza en su hombro.
Poco a poco, en la niñez de nuestra ama, él fue enseñando esa pasión, quitando el miedo en las animales, aprendiendo a respetarlos y a quererlos, a saber que nos podíamos convertir en parte importante de la vida de un ser humano.
Y un febrero de 2004, él se fue, y el legado quedó en nuestra dueña…aunque le costó, en 2007 recibió lo que tanto hubiera querido tener su abuelo: un cachorro. Y ahí continúa la saga, a día de hoy; ella es la pura reencarnación de ese abuelo que se fue, se para con cualquier animal, y cualquier animal la quiere a ella.
Algo que emociona a todos los humanos, es que ella siente que una parte de su abuelo, está en su primer perro, en el joven Crow, en esa forma que tienen de mirarse y compenetrarse; eso nunca lo sabremos, lo que si damos gracias es a este gran hombre, gran héroe anónimo que inculcó en su nieta un gran amor por la NATURALEZA. GRACIAS RAMÓN.
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Lametazos
3 comentarios:
Debio ser un gran hombre!!!
Animos
Os felicito, a vuestras dueñas por haber tenido un privilegio tan grande con ese abuelo maravilloso y a vosotros por ser tan queridos por ellas.
Saludos.
K bonito Ana!! Me he puesto a llorar como una tonta mientras lo leia, ya sabes porque, un besazo enorme a ver si pronto nos podemos dar un gran abrazo.
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