Hoy en "Aventuras a cuatro patas" en nuestro reportaje especial, no os presentamos a uno sino a dos amigos nuestros, Fox y Lulú, los cuatro patas de una gran humana muy querida por nuestros dueños: Isabel.
Empezaremos por Fox, que tiene dos años y es un rhodesian ridgeback, una raza africana; nuestro coprotagonista de este post llegó en un momento muy duro para su dos patas, una época de bajones y tristezas... y entonces en el cumple de Isa llegó él, no siendo sólo un regalo para ella sino para toda la familia.
Y consigo trajo el amor y la esperanza mientras a él sus dueños le estaban dando la oportunidad de vivir y tener un hogar que tantos y tantos dos patas en la tienda de mascotas le habían negado por tener un pequeño defecto físico. ¡Ni que los humanos no tuvieráis defectos!
Su vida comenzó en un piso pero sus dos patas dueños vieron que allí Fox no era plenamente feliz, que a pesar de los paseos, había una energía que allí era incapaz de agotar y descargar; Fox era infeliz allí y eso entristecía mucho a Isa y a Alex; ¿Qué hicieron? ¿Abandonarle? NOOOOOOOOOOOOOO
En un enorme gesto de amor, de comprender y saber que Fox también es su familia, y sabiendo que la felicidad de este cuatro patas también era la suya, decicieron cambiarse a una casa de campo para que este gran peludo pudiera disfrutar más.
Pero este "perricaballo", como llaman simpáticamente sus dueños por su gran tamaño, recibió el año pasado en otro cumpleaños una sorpresa: una compañera de vida, una compañera de manada, un miembro más en esta maravillosa familia, la pequeña Lulú.
Ella, la cuatro patas dominante como buena hembra :), independiente pero cariñosa y mimosa; ella valiente en sus primeras noches sin emitir ni un solo llanto, ella toda una luchadora.
Y cuando Fox la encontró no la temió, no la quiso agredir ni se mostró defensivo porque entraban en su hogar, simplemente ansioso por enseñarla todo lo que les esperaba juntos, por jugar, por convivir, por enseñarla que esa también era ahora su familia, y empezaba para ella una nueva vida.
Y cada uno tiene su carácter distinto, y son distintos de tamaños, pero forman una perfecta familia junto a sus dueños, que han sabido darles todo el amor y cariño y hacerles formar parte de su vida en cada día.
Para nosotros este reportaje es muy emocionante, porque son cuatro patas y dos patas muy queridos por nosotros, porque son el ejemplo del cariño, de las oportunidades, de la alegría de cada día y porque para nosotros es un orgullo tener amigos como estos.
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Lametazos
1 comentario:
Qué lindo, felicidades a Fox a Lulú y a sus dos patas que han sabido aceptarlos y quererlos como si su famailia se tratara.
Enhorabuena por ello.
Saludos.
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