"Aventuras a cuatro patas" ha preguntado a sus lectores que temas querían que fueran tratados, y el elegido fue éste: la eterna duda sobre la convivencia entre cuatro patas felinos y caninos.La idea de que es mala viene desde hace bastante tiempo, basándose en la realidad de que ambos somos seres depredadores que era el instinto que teníamos hace años y que aún podemos conservar; pero ¡ojo! esto no quiere decir que la convivencia sea imposible.
Para llegar a un equilibrio en un hogar entre perros y gatos, deberíamos tener en cuanto una serie de aspectos:
-En general suele ser preferible que el gato esté primero en la casa y más tarde llegue el perro. Algunos compañeros cuatro patas perrunos aceptan el cambio que puede suponer la llegada de un felino.
-Muchas veces el inquilino tolera mejor a su nuevo compañero de hogar, si este es cachorro, porque entre nosotros sabemos el carácter que se tiene con menor edad.
-De
béis tener en cuenta que en algún momento podemos sentir celos: ahora debéis repartir los mismos entre dos o varios.-Debemos tener cada uno nuestro espacio: que nos llevemos bien, no significa que no necesitemos momentos de descanso entre los juegos, que cada uno tenga su rincón para los momentos de rélax.
Esperamos haberos sido de ayuda, podéis encontrarnos y sugerirnos temas en:
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